Verbo, Fuego, Sol, Luz, Muerte, Patria, Redención y Vida, pasarían, en cuestión de instantes, a formar parte singularísima de la memoria de los hombres que acompañarían a Martí hasta el Gólgota cubano; de esa suigéneris percepción, nació una visión propia de ver, entender y dar a los suyos un José Martí; quien no llegó por sí mismo a Manzanillo, pero sí en el recuerdo incandescente de los hombres que lo vieron una sola vez; pues la muerte -poética de misticísmo trascendente-, les daría materia prima suficiente para una recepción legítima, apoteósica también.
Fecha de publicación en Enciclopedia Manzanillo: 2007.