La brisa fresca con aroma a espuma de mar penetraba por la puerta y persianas de la sala de su casa, mientras veía televisión para estar al tanto de cómo anda el mundo. En la pantalla del telerreceptor aparecieron imágenes de una estación acuícola en Cuba, donde empleaban aspas para airear el agua de un estanque "sembrado" de alevines, mientras uno de sus trabajadores explicaba que el país había tratado de hacer difusores de esmeril y zeolita, sin conseguirlo.
Una idea que nada tenía que ver con su trabajo como técnico de mantenimiento de equipos de la construcción comenzó a dar vueltas en la cabeza a Bartolomé López Socarrás, residente en Calle 5, esquina a Tercera, frente a la secundaria básica Carlos Coello, en el reparto Caymari, en Manzanillo, ciudad del oriente cubano, en la provincia de Granma, sudeste de Cuba.
"Yo no sabía qué era un difusor; como participé en la construcción de la estación de camaronicultura aquí en mi ciudad, fui allí, hablé con un biólogo marino y le pregunté en qué consistía. El me llevó a la sala de maduración del camarón y me enseñó uno de fabricación mexicana, cuyo precio entonces era de 12 dólares".
El especialista le manifestó que el dispositivo mostrado lo hacen con arena sílice y otros materiales y tiene un buen rango de oxigenación, pero cuando algún tipo de bacteria ataca a los animales en un estanque es preciso descontaminarlo mediante el empleo sustancias como sosa cáustica, que lo deterioran y tupen.
López Socarrás asegura: "Ahí se me metió entre ceja y ceja tratar de darle solución a ese problema. Eso fue un jueves. El viernes cogí una pala y un pico y me fui a una cantera cerca de mi hogar, encontré una piedra -no sabía que era coral- pero como tenía orificios la traje, con una segueta, a mano alzada la corté, hice un rectángulo, soplé y me di cuenta de que los orificios eran rectilíneos, compactos, columnares, a través de los cuales pasaba el aire.
"Entusiasmado y ansioso le practiqué un hueco en una cara, introduje un repuesto de bolígrafo vacío, sin el punto, derretí nailon y le sellé el entorno, lo puse dentro de un cubo con agua, soplé y vi con regocijo cómo por todos los hoyitos salían burbujas, que emergían a la superficie. Así comencé a fabricar difusores de forma artesanal, y a generalizarlos yo mismo".
-¿Cómo lo denomina?
-Difusor ecológico para la oxigenación homogénea del agua en la acuicultura y piscicultura.
-¿Por qué ecológico?
-Porque su mayor parte es natural, o sea, coral, recogido en tierra firme.
-¿Dónde lo ha introducido?
-En Holguín, Las Tunas, Camagüey, La Habana y Granma.
Avales
López Socarrás guarda con celo varios documentos que validan su inventiva, por ejemplo, el enviado en octubre de 2010 por la máster en Ciencias Zoila Abad Márquez, jefa de un proyecto investigativo dedicado a la acuicultura en el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB) de Camagüey, el cual dice:
"Estimado Bartolomé y compañeros de su empresa:
"Por este medio les hacemos llegar nuestra consideración acerca del uso de los difusores que usted amablemente puso a disposición del CIGB-Camagüey. Con su trabajo se sustituyen importaciones, puesto que los difusores comerciales son de difícil adquisición y requieren moneda libremente convertible.
"Para nosotros su innovación ha sido muy buena, ha permitido, además de contar con difusores para nuestros estanques de peces, garantizar mayor uniformidad en la distribución del aire a los diferentes tipos de acuatorios, en los que se han utilizado (desde tanques de 35 y 11 metros cúbicos de agua, hasta canaletas de 80 litros de capacidad).
"Estos difusores llevan más de seis meses de explotación en el Centro genético de tilapias, lo cual es muestra de su durabilidad. Nuestra instalación investiga en el área de la genética poblacional a partir de la obtención de poblaciones monosexo en diferentes especies de tilapia, y su inventiva permite eliminar el estrés que presupone para los ejemplares en estudio que el agua no alcance los niveles mínimos de oxigenación.
"Debido al ahorro de portadores energéticos y de agua, utilizamos recirculación de agua durante el día y de aire en la noche, lo que implica que los difusores se utilizan al menos 12 horas del día, con resultados satisfactorios.
"El crecimiento adecuado de los animales y la alta supervivencia, dan fe de su innovación".
Una certificación de ahorro remitida en 2008 por la Empresa Pesquera de Holguín precisa que en la acuicultura, para el traslado de los peces, es necesario contar con un distribuidor de aire o difusor, y que a raíz del período especial existía en esa entidad un deterioro total, lo que no permitía trasladar la cantidad de animales demandada por cajas, según manual de procedimientos operacionales de trabajo.
En febrero de 2007 la entidad comenzó a utilizar los difusores de Bartolomé López, "con excelentes resultados. Este producto tiene presentación con características de gran durabilidad, no se tupe, puede descontaminarse sin sufrir cambios y es maniobrable",
permitiéndoles trasladar en camiones millones de alevines y larvas de ciprínidos y de claria, ahorrando una elevada cantidad de viajes, en los cuales se consumirían 18 mil 382 litros de combustible, con un valor entonces de casi 10 mil CUC; disminuyó la mortalidad de los animales por traslado y manipulación en estanques, con valor de varios miles de pesos en las dos monedas mencionadas.
La Unidad Económica Básica (UEB) Acuipaso, de Bartolomé Masó, y la empresa Pescagran, de esta provincia, a la cual pertenece, hacen constar que desde 2003 dicha UEB emplea los difusores en cuestión, imprescindibles en el traslado y mantenimiento de peces vivos, gracias a los cuales se han podido realizar las actividades técnicas propias de la rama, como son el mantenimiento de los reproductores de ciprínidos en el desove, traslado para el montaje de los reproductores de tilapia y movimientos internos, "siembra" de más de 600 millones de alevines en las presas, con significativo beneficio económico.
Considerables ganancias netas aporta la inventiva de Bartolomé López, la cual solo le ha costado 300 pesos a la empresa constructora donde laboraba hasta hace poco más de un año, para inscribirla en la Oficina Cubana de la Propiedad Industrial, al no poder realizarlo su autor como persona natural, según le explicaron.
Proyecto en mente.
Aparte del reseñado, entre los trabajos que durante sus dos décadas de permanencia en el movimiento de innovadores y racionalizadores ha realizado en solitario o en equipo, Bartolomé destaca la solución técnica a una motoniveladora DZ-37, a la cual se le rompió el reductor de giro en la cuchilla.
"Fui a ver motoniveladoras japonesas que estaban de baja, traje un reductor pequeño, lo llevé al mecánico Manuel Vargas y vimos que su engranaje interior era idéntico al de la soviética que deseábamos arreglar, se lo pusimos e incorporamos un hidromotor, ahora es una de las motoniveladoras más rápidas del país y posiblemente del mundo.
-¿Algún nuevo proyecto?
-Otros compañeros y yo queremos hacer una bañera de hidromasaje multipropósito con oxigenación homogénea, de al menos tres miligramos de oxígeno por litro de agua, a partir de un difusor ecológico a temperatura adecuada con chorro subacuático, ducha filiforme y video antiestrés, para personas de la tercera edad.
Esperamos que no tarde mucho en ser presentado en un fórum de ciencia y técnica.
Fuente: periódico La Demajagua, Martes, 03 de Julio de 2012 07:12 Por Orlando Fombellida Claro.
Tomado de: http://www.lademajagua.co.cu/index.php/sociedad/19822-ventilador-para-peces
Fecha de publicación en Enciclopedia Manzanillo: 2013.