Noticia publicada en Bohemia en febrero de 1917, sobre el match que disputarían en La Habana Alfredo de Oro y Charles Otis, de Brooklyn, donde el primero defendería su título de Campeón Mundial de las carambolas por tres bandas.

En el próximo mes de Enero tendremos el gusto, nos daremos el gustazo, de ver muy de cerca al gran billarista cubano que tan alto ha puesto el nombre de su país en el extranjero.

Alfredo de Oro, que acaba de derrotar a Daly, ha sido retado por Charles Otis, de Brooklyn, a que defienda su título de Campeón Mundial de las carambolas por tres bandas.

Como era de suponer, Oro ha aceptado el reto y él, por ser Champion, tiene el derecho de elegir la ciudad y punto donde ha de jugar. Ha determinado que sea la Habana donde se celebre su próximo encuentro, teniéndose entendido que los días once, doce y trece de Enero son los marcados para que estos profesionales, los más célebres del mundo, jueguen a razón de cincuenta carambolas por noche, y así en tres rounds, el que primero anote 150 carambolas será el triunfador y declarado Campeón del Mundo por carambolas a tres bandas.

Lo original en las reglas del juego de billar, las que se refieren a la manera y tiempo de conservar el título, es que a los cuarenta días de haber sido proclamado Champion tiene que contender, si es retado, y al no responder, pierde el título.

Lo que significa que hay que ser, como lo es Alfredo de Oro, muy maestro para conservar ese galardón tantos años como él lo ha tenido y como también el de la piña.

Al fin nos saldremos con nuestro empeño en ver actuar al más grande profesional del taco que han visto los tiempos, sin necesidad de emprender viaje a New York.

El lugar donde se celebrarán esos juegos del torneo de carambolas es el teatro Payret, cuya amplitud y disposición es lo más apropiado para el caso.

Fuente: Pi, Guillermo: “Sports”, en: Bohemia, Vol. VIII, Nº 49, 09/02/1917, p. 13.

Fecha de publicación en Enciclopedia Manzanillo: 2012.