caben las noches claras de plenilunio,
las avenidas yermas de tus vergeles
sueñan sueños de hastío de Junio a Junio...
Por un capricho loco de los valores,
junto al augusto mármol de la epopeya,
tiemblan con voz de plata tus surtidores
y en tus Esfinges mudas muere una estrella...
Y como norma altiva de tus ofrendas
-gracia sutil de estirpes en tus leyendas-
brilla el arte Mudéjar de tu glorieta,
donde el milagro esmalta tu biografía
y tu belleza exalta, plena y discreta,
entre las pinceladas de tu hidalguía!
Alberto Aza Montero.
Fuente: El Eco de Manzanillo. Febrero de 1951.
Fecha de publicación en Enciclopedia Manzanillo: 2007.