Poema de la autoría de Daniel Otero.
Cruzan por el plomizo firmamento
 nubes obscuras en veloz carrera;
 las olas vienen con sutil lamento
 a besar; moribundas, la ribera.
De la alta noche la quietud altera,
 irreverente, el rumuroso viento
 y el alma, que persigue una quimera,
 trata en vano de hallar recogimiento.
Como siniestra e infernal pupila
 sobre del horizonte incierto oscila
 la luz rojiza de un fanal remoto.
Tiembla un claro de luna en el espejo
 del agua, semejando su reflejo
 un brillante sendero hacia lo ignoto.
Daniel Otero. 1917
Fuente: El Eco de Manzanillo. Diciembre de 1958.
Fecha de publicación en Enciclopedia Manzanillo: 2007.


