Notas sobre cómo surge la famosa tonada En Manzanillo sabaila el son..., su musicalización y la militancia espírita de Emilio Barrero, quien le puso música, mas, no sólo a esa pieza, sino, a otras de corte religioso.
El titulo de este trabajo no es un aserto sino los nombres de dos piezas musicales.
Emilio Barrero fue un pianista manzanillero de humilde origen. Si no hubiera sido por su maestría en el teclado, cuyo virtuosismo ignoramos hasta ahora donde lo adquirió, quizás su nombre habría sido olvidado; sin embargo, bastaron dos pequeñas obras suyas para colocarlo entre los memorables personajes de nuestro ámbito musical.
La primera fue creada en los "momentos musicales" que hacía en el Círculo Manzanillo, sociedad de recreo situada desde los inicios de este siglo XX frente al Parque de Céspedes. Consistía solamente de 18 notas que le han dado la vuelta al mundo para identificar musicalmente a nuestra ciudad.
Decía Carlo(s) Borbolla que Barrero sólo creo la música y que la letra inicial -porque ha tenido machas variantes- fue producto de la chispa y jocosidad del "negrito" del teatro cubano Arquímedes Pous; quien tenía muy buenas relaciones con los manzanilleros con los que participaba en las comparsas que sacaba "La Canalla Perfumada" en los Carnavales de antaño, o visitaban algunos lugares "non-sanctos".
Esta fue la letra inicial:
En Manzanillo se baila el Son
En calzoncillo y en camisón.
Dame la ropa que ya me voy
A Manzanillo a bailar el Son.
Ahora la Orquesta Original a sugerencia de Enrique Núñez Rodríguez canta:
En Manzanillo se baila el Son
Pero se hace Revolución .. .etc.
Pero lo curioso en Barrero es que después de aquella tonada popular y profana, surgida en 1917, llevó al pentagrama otra breve composición que sirvió de base para los cantos o "transmisiones" de casi todos los Centros Espiritistas de "cordón" que abundaban en Manzanillo, y que fue titulada "El Orilé", aunque usualmente la llamaban "El Gualilé".
Entre las muchas letras que surgieron, unas como inspiraciones repentinas de los "médium-guías" y otras como cánticos permanentes de aquellos planteles, recordamos la siguiente;
Jesucristo vino al mundo
y bajó por un cordón
despojando a los hermanos
y dándoles el perdón.
Orilé, Orilé, Orilé y Orilá.
Por supuesto que "En Manzanillo se baila el Son" está en el repertorio de casi todos los Órganos y se ha difundido por todos los medios musicales. En cuanto al "Orilé", según informes de algunos viejos organistas, a pesar de que era una música litúrgica fue instrumentada para el Órgano neumático y aunque tal vez por las presiones de los creyentes fue suprimida del repertorio organero para evitar que los incrédulos hicieran un uso peyorativo de lo que seguramente Emilio Barrero pretendió hacer una música religiosa.
Fuente: Boletín Litoral. Dedicado a la música en Homenaje a la Original. UNEAC, Manzanillo, diciembre de 1990.
Fecha de publicación en Enciclopedia Manzanillo: 2007.