El llamamiento de la Asamblea Nacional del Poder Popular de la República de Cuba, publicado en el periódico Granma, instando a los parlamentarios y todos los hombres de buena voluntad a aunar esfuerzos por el logro de la independencia de Puerto Rico, conmovió la fibra de un grupo de manzanilleros quienes, prestos y conscientes del deber moral y la obligación patriótica de contribuir por más de una razón a este empeño, decidieron fundar en la costeña ciudad del Golfo del Guacanayabo un Comité de Apoyo a la lucha del pueblo puertorriqueño en el logro de su independencia.
Por eso, en el patio de la sede de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba de la ciudad de Manzanillo, el 22 de diciembre del año 2006, a las ocho de la noche, se comenzó a escuchar por los altavoces la música que, salida del corazón y la garganta de los bardos borinqueños, anunciaba que ese día en la peleadora ciudad, las alas de un mismo pájaro le ayudarían a remontar, de nuevo, el Caribe amado.
Llegado el momento de iniciar el acto de constitución y después de escuchar las notas eternas de "La Bayamesa", himno nacional cubano, Delio G. Orozco González, Presidente de la Sociedad Cultural José Martí en la urbe y promotor de la idea, junto a Julio Sánchez Chang, presidente de la UNEAC, ascendieron a la pequeña plataforma que servía de tribuna. Sobre la mesa, dos pequeñas banderas: una de Cuba, otra de Puerto Rico; mientras que a espaldas de los oradores, flanqueando el estrado, se hallaba una foto de Don Modesto Tirado Avilés, puertorriqueño, amigo de Martí y Comandante del Ejército Libertador de Cuba; al otro lado, completando las advocaciones, un busto del Apóstol de la Independencia de Cuba.
Julio Sánchez Chang, de pie, anunció las razones que convocaban los allí presentes y luego de leer un poema dedicado a Pedro Albizu Campos, titulado "El héroe" de Francisco Matos Paoli, cedió la palabra a Delio Orozco González, quien, en breve conferencia, expuso las razones que obligaban y comprometían moral e históricamente no sólo a los cubanos sino a los manzanilleros a bogar e impulsar la causa de la independencia de Puerto Rico. Entre los presente se encontraba José Escala Manday, hijo de José Escala Espinosa, quien, en 1942, en Cena Martiana celebrada en la Revista Orto, leyó una moción donde pedía a Estados Unidos otorgase la independencia a la isla caribeña. Cuando Orozco González llegó a este momento de su peroración, pidió al nonagenario Escala se pusiera de pie, y, al público, tributara un aplauso en honor a la memoria de su padre; los allí presentes, con sostenida ovación, cumplimentaron el pedimento.
Después de terminada la exposición de razones, Delio Orozco González invitó a Julio Sánchez Chang para que leyera el Acta de Constitución del Comité, pero antes de hacerlo, este último solicitó al vate medialunero Andrés Conde Vázquez, quien se encontraba de visita en la ciudad, leyera un poema que tiempo atrás había compuesto en honor de Borinquen: el poeta venció el escalón que lo separaba del estrado y de pie, frente al micrófono, comenzó a leer su versos; sin embargo, la emoción del instante o tal vez, los manes de los que aquella noche allí estaban, le produjeron un tremor que lo obligó a interrumpir momentáneamente su lectura; los aplausos sellaron el místico instante. Inmediatamente después de esta segunda lectura poética, Julio Sánchez Chang leyó el Acta de Constitución procediéndose a la firma de la misma por parte de los presentes.
Haciendo su trabajo y preparando una crónica para la prensa radial, la periodista Idalmis Solá Rodríguez, grabó casi todo lo dicho en la ocasión, mientras Rebeca Martínez Llópiz y Juan Antonio Escala tomaban imágenes fotográficas de lo acontecido.
Después de haberse rubricado el Acta de Constitución se dio por terminado el acto y cada uno retornó a sus hogares con la paz de alma que otorga el hecho de haber obrado bien.
Fecha de publicación en Enciclopedia Manzanillo: 2007.