Breve reseña sobre la historia de la escuela de ballet en Manzanillo.
Si el Teatro Manzanillo surgió al calor de los ingentes esfuerzos de la Sociedad Filarmónica, la Sociedad Pro Arte Musical fue la institución responsable de sus momentos más brillantes. Ya en 1939 Juan García Fonseca había visto la necesidad de crear una asociación dedicada al fomento musical pero hasta el 6 de julio de 1944 no fue oficialmente inaugurada, cuando ya Julio Alonso Hernández llevaba las riendas del coliseo. Emilia Ros Romagosa resultó designada presidenta por Pro Arte de La Habana y su primer animador no formó parte de la membresía.
La función inaugural fue claro reflejo del deseo de promover la danza clásica entre el público manzanillero: el Ballet de Alberto Alonso y Alexandra Denisova. «Las Sílfides» y otras piezas extasiaron a la concurrencia. Esta modalidad del ballet así como la danza española tuvieron mucho éxito en la ciudad y algunos de sus antecedentes habían sido las visitas de Estrellita Azucena y Norka Rouskaya allá por el 1923.
Las señoritas de Pro Arte estaban decididas a mantener su propia escuela, emulando a sus homólogas habaneras y santiagueras. Para hacer realidad este anhelo en enero de 1947 contrataron al profesor ruso Nicolai Yavorski, residente en Santiago de Cuba. Yavorski había aprendido en París y fue el primer profesor de la excelsa Alicia Alonso en 1931.
La directiva del Comité del Ballet, presidida por Nina López de Quiroga, quedó compuesta además por Hilda Escobar de Juan, Conchita Ezpelosín de Iturriaga, Lolita Solana de Palma, Luz Tirado de León, Graciela Aguilera de Sotto, como vicepresidenta, secretaria, vicesecretaria, tesorera y vicetesorera respectivamente. Las vocales eran Loló León de Utset, Digna E. Telarroja, Dora Izaguirre y Luisa Fandiño.(1)
El primer ensayo se inició a las 2 de la tarde del sábado 1º de febrero, en el salón de baile de la Colonia Española, que fue la primera sede. Para éste se habían matriculado Angélica Ros, Silvia Gutiérrez, Laida Escala, Lilliam Arca, Josefina Alonso, Ana Luisa Álvarez, María Lola Palma, Ana G. Navarro, Amparito Diez, Lily y María Mercedes Utset, Silvia Hernández, Rosalía Gutiérrez, Ursulita y Ana María Quiroga, Margarita Masdeu, Gloria de la Maza, Purita Bertot, Diana M. Cisneros y otras.(2)
Las clases continuaron los sábados regularmente, pero en el mes de junio Yavorski fue intervenido quirúrgicamente y aunque el periódico Orientación anunció que Pro Arte daría a conocer detalles de la reanudación de las clases, en dicho periódico, al menos, no aparecieron. En septiembre de 1950 se hizo pública la reaparición de la Escuela de Ballet anunciándose la reapertura para el 7 de octubre siguiente en su sede de la Colonia Española.
La directiva sufrió varios cambios pues la presidencia fue ocupada por Ena Ramírez de Saumell; Hilda Escobar de Juan se mantuvo en la vicepresidencia y la secretaría, vicesecretaría y tesorería correspondieron por este orden a Zoila Pérez de León, Blanca Muñiz de Artime y Consuelo Sangroni de Suárez. Luz Tirado de León pasó a ser vicetesorera y el conjunto de vocales también fue reordenado. Esta nueva junta fijó la matrícula en dos pesos y la cuota mensual adelantada en cuatro.(3)
En esta ocasión se matricularon Estrella Saumell, Virginia Suárez, Bebita León, Rosa Estrella y Tania Dalmau, Gloria y Amalia de la Maza, Rosa María Cubeñas, Isabel Pérez, Marta María Juan, Lourdes Artime, Rosalía Gutiérrez, Mari Tere Suárez, María Victoria Andraca, Margarita Ros, Rita Bori, Rosa María y Ana Cristina Planas, Pupy Planas, Thelma Santana, Marilú Paneque, Úrsula y Ana María Quiroga, Yiya Céspedes, Mirtica Álvarez, Ada Ros, Graciela Álvarez, Ina Izaguirre, Martica Juan, Olguita Fernández, Margarita Agreda, Sarita Ramírez, Rosa María Sotto, María Lola López, Irela Codina, María Josefa Cisneros, Lilita Bofill, Carmelita Céspedes, Maruja Masdeu, Evita Fernández, Abdalá y María Josefa Menéndez. Los uniformes y zapatillas se podían adquirir en la tienda La Campana y en la peletería La Isla.(4)
El incremento de la matrícula fue notable debido a que en el ínterin el Teatro Manzanillo, gracias a las siempre diligentes damas de Pro Arte, había presentado a un conjunto de estrellas del Ballet de la Ópera de París y al Ballet de Alicia Alonso, nueve días después de su primera función en La Habana. El impacto fue enorme y de paso las artes danzarias se beneficiaron también de varios espectáculos de los Chavalillos Sevillanos, Ana María y Maríemma, figuras importantísimas del baile español. Iniciadas ya las clases pudieron deleitarse además con la ibérica Pilar López.
El 30 de junio de 1952 las discípulas de la profesora santiaguera Clara Elena Ramírez(5) subieron a las tablas por primera vez acompañando a su maestra en el programa compuesto por un vals de Strauss, la danza holandesa de la zarzuela «Los molinos de viento», una mazurca de Joseph Ascher, el can-can de la «Alegría parisien» de Offenbach, el vals «Naila», variaciones de Tchaikovski, el vals de «Coppelia», «Las Sílfides», un «Pas de Deux» y otras piezas. Ya para entonces contaban con un bailarín: Joaquín Banegas.(6) Los prejuicios de género de una sociedad conservadora y patriarcal, a pesar de los grandes logros culturales que podía exhibir, ejercieron enorme influencia en este sentido.
La culminación del tercer curso el 27 de junio de 1953, tuvo como obras más destacadas «Muñecos fantásticos», un fragmento del ballet «Príncipe Igor», la «Danza de las Horas» y «Las bodas de Aurora».(7) Al año siguiente se presentó un doble programa el viernes 2 y el sábado 3 de julio en el que Rosa María Planas, María Lola y Catalina León, Rebeca y Betty Núñez, Bebita León, Amalia Maza, Estrella Saumell, entre otras, interpretaron como solistas el «Vals del Emperador», «Candilejas» y «Fantasía Española», con coreografías de Clara Elena Ramírez, amén del baile popular portugués «Fado», «Tarantela», dos fragmentos de «Coppelia», «Sueño de amor» y «El lago de los cisnes».(8)
El curso posterior comenzó en el salón de los altos del Instituto de Segunda Enseñanza y tuvo su fin en la función del 30 de junio de 1955. Las alumnas de la escuela bailaron las «Fantasías de Walt Disney», «La leyenda del beso», los aires españoles de la «Jota aragonesa», un vals de Brahms, el mágico «Vals de las flores», el «Carnaval» de Schuman y otras piezas, con el acompañamiento de los pianistas Pura Roblejo de Andraca y César Morales y el vestuario diseñado y confeccionado como de costumbre por Jorge Lefebre y Josefita García de Núñez.(9)
Sin embargo, a partir del 3 de septiembre, la escuela se desplazó al Colegio «José María Heredia» y el año tuvo como justo colofón la velada del martes 10 de julio de 1956, con interpretaciones del «Ballet Infantil», original de Clara Elena Ramírez; «Nocturno» de Chopin, en el que participaron Guillermo Fernández, Rebeca y Betty Núñez; la «Danza húngara» de Brahms, «Claro de Luna» y «Las Estatuas» de Debussy. El «Baile de Graduación» puso fin al espectáculo y en él se incluyeron alumnos del ballet de Santiago de Cuba.(10) El esfuerzo realizado por el patronato del ballet, la profesora y sus estudiantes dio como fruto que la escuela fuera incorporada a la Academia de Alicia Alonso, acontecimiento anunciado en aquellas fechas.
El domingo 23 de septiembre Alicia y Fernando Alonso inauguraron personalmente el curso de la Escuela de Ballet, establecida entonces en la Escuela del Hogar, llevándose una grata impresión del alumnado. La sociedad manzanillera les rindió caluroso homenaje en el Club 10 donde almorzaron y descansaron hasta su partida para la capital ese mismo día. Alicia quiso corresponder a las muestras de afecto de los manzanilleros y el viernes 12 de octubre ofreció su actuación de manera gratuita en el anfiteatro del Instituto de Segunda Enseñanza.(11) El domingo 26 de mayo del 57, Fernando Alonso y Clara Elena Ramírez presidieron los exámenes finales en la Escuela del Hogar con excelentes resultados.(12)
En diciembre de ese año, Clara Elena dio a luz a su primer hijo en Santiago de Cuba, por lo que debió ausentarse en el período final del embarazo afectando la frecuencia de las clases. La docencia se suspendió en 1958 por la inestabilidad social que vivía el país, en medio del proceso insurreccional que derrocó al dictador Fulgencio Batista. El Estado revolucionario inmediatamente se preocupó por nuestra Prima Ballerina Assoluta, y le brindó su total respaldo para el desarrollo de una manifestación que tan buenos frutos había dado en Cuba.
El sábado 7 de febrero de 1959 se reanudaron las lecciones de ballet en la Escuela del Hogar. No obstante, el 27 de julio, en aviso publicado por Orientación, el patronato de la escuela dio por terminado el curso y anunció su reinicio para el mes de septiembre. Éste mismo medio dejó constancia de una entrevista muy alentadora sostenida en la capital por la señora Ena Ramírez de Saumell con Alicia y Fernando en un viaje realizado en el verano.
Sin embargo, en 1960, Clara Elena Ramírez emigró a República Dominicana donde falleció a los 88 años en febrero del 2007. Allí fundó y dirigió junto a Magda Corbet el Ballet Clásico Nacional.(13) La difícil coyuntura en que se encontraba el país y la falta de la profesora que había sido el pilar fundamental de la Escuela de Ballet de Manzanillo sepultaron los intentos de convertir a la Perla del Guacanayabo en una plaza fuerte de esta expresión cultural. La versatilidad y amplitud del repertorio y el escaso tiempo en que se consiguieron tales resultados son prueba fehaciente de las potencialidades con las que se contaba y que, sabiamente explotadas, hubieran dado quizás una magnífica cosecha.
Cerca de una década de arduo trabajo fue barrida de un plumazo y la propia clausura del Teatro Manzanillo durante treinta años conspiró contra la danza en la región. Sólo la restauración y reapertura del coliseo ha permitido que, al menos, el público pueda disfrutar de esta hermosa manifestación artística y que cifre sus esperanzas en las esporádicas visitas del Ballet de Camagüey, el Ballet Nacional de Cuba, Lizt Alfonso y el quehacer de la joven Compañía Flamenca manzanillera fundada gracias a Joel Zamora. No obstante, quedan aún quienes sueñan con una nueva Escuela de Ballet como Gladys León(14) que trabaja arduamente con la infancia en su proyecto.
Citas y Notas.
1.-Orientación, Año XIII, [s. n.], Miércoles, 15/01/1947, p. 3.
2.-Orientación, Año XIII, [s. n.], Lunes, 03/02/1947, p. 1.
3.-Orientación, Año XVI, [s. n.], Miércoles, 06/09/1950, p. 1.
4.-Orientación, Año XVI, [s. n.], Sábado, 30/09/1950, p. 1.
5.-Nacida en Santiago de Cuba en 1919, era hija del doctor dominicano Carlos Ramírez y la cubana Aída Pujols. Tomó lecciones de danza clásica con el húngaro George Milenoff. A su llegada a Manzanillo en 1950 se encargaba también del Ballet de Santiago de Cuba. (Vid. Severo Rivera: "Falleció la fundadora del Ballet Clásico Dominicano" en: Hágase la Música. Noticias. Obtenido el 14/07/2008 en http://www.hagaselamusica.com/noticias/fallecio-la-fundadora-del-ballet-clasico-dominicano).
6.-Programa de la Escuela de Ballet (AHM. Fondo: PISS. Carpeta: Mzllo/P: 150-, # 164).
7.-Programa de la Escuela de Ballet (AHM. Fondo: PISS. Carpeta: Mzllo/P: 150-, # 163).
8.-Orientación, Año XX, Nº 143, Jueves, 24/06/1954, p. 1.
9.-Programa de la Escuela de Ballet (AHM. Fondo: PISS. Carpeta: Mzllo/P: 150-, # 161).
10.-Orientación, Año XXII, Nº 151, Lunes, 02/07/1956, p. 1.
11.-Orientación, Año XXII, Nº 233, Viernes, 12/10/1956, p. 1.
12.-Orientación, Año XXIII, Nº 120, Martes, 28/05/1957, p. 3.
13.-Rivera: Op. Cit.
14.-Fue alumna de la Escuela de Ballet mientras esta funcionó en la ciudad.
Fecha de publicación en Enciclopedia Manzanillo: 2007.