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Reencuentro con Frank Delgado.

Autor(es):
Carlos Rodolfo Escala Fernández.

Sobre concierto de Frank Delgado en el Teatro Manzanillo; octubre del 2009.

El cantautor cubano Frank Delgado se presentó en la noche del pasado jueves 8 de octubre ante una magnífica concurrencia que colmó el Teatro Manzanillo. Por casi dos horas disfrutaron los manzanilleros con temas de reciente creación y otros ya "antológicos" del repertorio de discos como Trova-tur (1995), La Habana está de bala (1997), El Adivino (1999) y Mi mapa (2004).

Mas Frank no regresó, año y medio después de su anterior actuación, solo con su guitarra y los sueños, vivencias, tragedias y metáforas de sus canciones, sino que se hizo acompañar del joven elenco con el que conformó "el grupo de rock decadente Electrógeno", porque es un conjunto que "empieza haciendo rock y acaba con timba". Ello quedó demostrado en el concierto que comenzó rockeando con Los Almas contra tropas especiales y se convirtió poco a poco en ese ajiaco delicioso de géneros cubanos: un "guaguancó modernoso", rumba, son; y se salpicó con la destreza insuperable y aplaudida con furor del blues Cuando se vaya la luz mi negra o con una "murga tropicalizada", amén de otros referentes culturales y hasta más de uno bailó a ritmo de conga.

Uno de los temas nuevos fue La Solidaria, acompañada por los conocidos Embajadora del sexo, Matamoros no vira pa’ tras’ -dedicado por el ‘trovador’ a varios artistas que han buscado en la capital el progreso económico ansiado por tantos habitantes de la Isla, como otrora hicieron el propio Miguel Matamoros y Carlos Puebla-, Cuando te ví o Tumba francesa. El público asistente coreó y aplaudió hasta el paroxismo y al terminar el programa reclamó, inconforme, que continuara el concierto; a lo que de muy buena gana accedió Frank y regaló otras de sus "joyitas": Trova-tur, Vigilante nocturno, Harry Potter, La otra orilla y Con la adarga al brazo, en homenaje al Guerrillero heroico.

También a lo largo de su actuación Delgado dedicó palabras de elogio a la instalación teatral y rememoró, con su humor habitual, su primer "aterrizaje" en la Perla del Guacanayabo, a la que llegó como parte de las brigadas 4 de abril, que recorrieron la serranía de la región años atrás. Este concierto resultó un verdadero "reencuentro" del cantautor y su público, otra noche espléndida de ritmo, entusiasmo y sabor cubano, contagiados por los músicos al "respetable".

Fecha de publicación en Enciclopedia Manzanillo: 2009.