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José Martín del Castillo: el desconocido proyectista de la Glorieta de Manzanillo.

Autor(es):
Humberto Matos Escalante.

Interesantes apuntes sobre la gestación del símbolo de la ciudad.

La ciudad de Manzanillo, en Cuba, cuenta con una Glorieta declarada Monumento Local por la Dirección Nacional del Patrimonio en el año 1991, debido a su belleza y a los extraordinarios valores que posee. Erigida en el centro del parque más importante de la localidad, es orgullo de los manzanilleros y motivo de admiración para el visitante.

El insuficiente conocimiento acerca de la construcción de este kiosco para la música, a causa de la ausencia física de los talentos que lo crearon, así como por la carencia de documentos legales que den respuesta a diversas interrogantes, ha motivado una investigación que realizo y cuyo objetivo es demostrar con elementos probatorios la verdadera historia de la Glorieta de Manzanillo.

El trabajo investigativo apunta actualmente hacia aspectos novedosos acerca de la obra arquitectónica que se investiga, pues se revela en el orden hipotético la identificación de José Martín del Castillo como proyectista real de la Glorieta, en su condición de delineante auxiliar del arquitecto Carlos Segrera, tenido como el profesional más importante de todos los que construyeron la Glorieta.

¿Qué presupuestos permiten determinar la participación de José Martín del Castillo en la realización de los planos de la obra?

En un viaje a la ciudad de Santiago de Cuba realizado en la década de los ochenta por el entonces historiador de Manzanillo, el señor Wilfredo Naranjo Gauthier, apareció inesperadamente el nombre de José Martín del Castillo, al conocer el historiador a una distinguida señora, Zoraida Rodríguez Martín, la cual afirmaba vehementemente que su tío había sido el creador de los planos de la Glorieta de Manzanillo.

La referida señora presentó ante el historiador a su primo José Martín, maestro jubilado e hijo del dibujante, desconocido para el investigador Naranjo.

Gracias a la mediación de Wilfredo Naranjo Gauthier pude conocer a las dos personas mencionadas, las cuales pasaron a ser de inmediato mis testimoniantes. Aportes valiosos de Zoraida y José Martín fueron la fotografía del dibujante y un artículo firmado por el arquitecto Lecticio Salcines que contenía una exhaustiva semblanza del artista, a raíz de su deceso, ocurrido a los cuarenta y tres años de edad.

1133.jpg¿Quién era José Martín del Castillo?

Era un artista de la pluma y el tiralíneas nacido en Granada, España, y radicado en Santiago de Cuba. Miembro de la Sociedad Artística de Oriente, donde gozaba de simpatía y admiración por su obra, tenía una personalidad completa, con múltiples facetas. El arquitecto Lecticio Salcines lo consideraba "un espíritu superior, un evolucionado intelectual moral y espiritualmente."

José Martín del Castillo llevó siempre una vida sencilla y recta, ocupado en su trabajo que realizaba a gusto. Su carácter franco y desinteresado le sumaba amigos. Era un trabajador infatigable. En los últimos años de su existencia laboró como delineante en la Compañía Cubana de Electricidad en Santiago de Cuba. Sobre la inclinada mesa de dibujo rendía a conciencia su labor por diez o doce horas diariamente. Muchas veces, en épocas de apuro, trabajaba de madrugada. Fue iniciador de la construcción antisísmica en Santiago de Cuba.

¿Qué relación existió entre José Martín del Castillo y Carlos Segrera?

Algunos investigadores se han atrevido a cuestionar, sin bases concretas, el papel del arquitecto Carlos Segrera en la edificación de la Glorieta de Manzanillo. Hasta lo han llamado irreverentemente "arquitecto firmón" por ser él, en aquella época, el arquitecto principal en la antigua provincia de Oriente, con potestad para refrendar todos los planos de las principales obras, aunque no hubiera participado en ellas.

Carlos Segrera era considerado el autor del renacimiento arquitectónico de Santiago de Cuba y las obras por él creadas fueron tenidas como "poemas esculpidos". Baste citar el Club San Carlos, el hotel Casa Granda, el Parque de Vista Alegre, el Museo Bacardí y la Catedral reformada.

Este profesional fue el arquitecto que dirigió las obras de la Glorieta de Manzanillo y estuvo a la cabeza de un equipo de experimentados constructores que integraban el ingeniero civil Augusto Reig Valerino y el maestro de obras Rafael Orchells Ruíz, hombre de ascendencia filipina que tenía tanto dominio en la ejecución de obras arquitectónicas como corresponde a un arquitecto o a un ingeniero civil.

Los planos de la Glorieta y las copias correspondientes han desaparecido, pero fueron firmados en 1918, cinco años antes del comienzo de la obra, según comprobé al examinar las copias en ferropruciato que se encontraban en el Archivo Municipal de Manzanillo hasta hace unos años.

Pude inferir rápidamente, al examinar con detenimiento los planos aludidos, que los trazos eran perfectos y que había extraordinaria profesionalidad en la presentación del proyecto. Deduje que solamente un experto era el autor de aquellos dibujos.

Según la Dra. Manuela L. Trenzado Segrera, su tío Carlos, que había nacido en 1859, pudo muy bien haber concebido nuestra Glorieta, inspirada en uno de los kioscos existentes en el Patio de los Leones de La Alhambra, en la ciudad de Granada, España, porque Segrera estudió Arquitectura en Barcelona, enviado por su padre, y “medio bohemio y enamorado fue a dar tras unas faldas andaluzas a la enigmática Granada. Romántico empedernido y con alma de artista, sucumbió al disfrute del amor y al hechizo de aquella hermosa ciudad. Su padre tuvo que presionarlo a regresar a Barcelona, terminar su carrera y volver a Cuba.” (Trenzado, 1993)

Pero, en ese mundo de bocetos, planos y proyectos Segrera tenía un discípulo, un colaborador, que era delineante y había nacido en Granada, España. Su nombre, nunca antes aparecido en la nómina de los creadores de la Glorieta, es José Martín del Castillo.

¿Participó José Martín del Castillo en el proyecto de la Glorieta como atestiguaron enfáticamente su hijo José Martín y su sobrina Zoraida Rodríguez Martín, ambos residentes en la ciudad de Santiago de Cuba?

1134.jpgLecticio Salcines cuenta cómo conoció a José Martín del Castillo. Ante los planos de Segrera el homólogo quedó admirado por "el modo, la ejecución perfecta que demostraban aquellos dibujos". Y preguntó a Segrera: "-¿Y estos planos, quién los prepara?" "-Unos yo y otros, la mayor parte, mi discípulo, mi auxiliar, mi insustituible Castillo. Digo auxiliar insustituible sin exagerar, porque Castillo, que carece de título universitario, tiene de sobra, por naturaleza, la inspiración arquitectónica, el sentimiento del arte y de las proporciones exactas." (Salcines, 1925)

"He aquí como conocí a Castillo -afirmaba el Salcines- por sus trabajos, por su obra perfecta y bien presentada, donde todo demostraba maestría, ejecución y dominio de los órdenes clásicos de la Arquitectura... Podía decirse que había una rivalidad entre la idea del compositor Segrera y la ejecución maestra del dibujo de Castillo" (Id.)

¿Serían esa rivalidad subyacente y el celo profesional las causas de que el arquitecto Carlos Segrera omitiera el nombre de José Martín del Castillo en los planos de la Glorieta de Manzanillo?

Probado está, según consta en el artículo necrológico de Leticio Salcines, citado anteriormente, que al lado de Segrera había un experto dibujante con mucha sensibilidad y dominio de los trazos y que era natural de Granada, ciudad de Andalucía donde se encuentra la edificación de la cual es analogía la Glorieta de Manzanillo: uno de los kioscos del Patio de los Leones de La Alhambra. Todo arquitecto debe de saber dibujar los planos de sus obras, pero si a su lado hay un dibujante de alto mérito, es mejor encomendarle esa tarea. Sólo un eximio delineante sería capaz de concebir y plasmar en los pliegos de papel aquellos dibujos perfectos, máxime si era natural de la ciudad española donde se encuentra el modelo de la obra que deseaba proyectar, y con vivencias infantiles en aquella suntuosa ciudad palatina construida por los moros, La Alhambra.

Si observamos detenidamente el quinto piso de uno de los edificios santiagueros proyectados por José Martín del Castillo bajo la dirección arquitectónica de Carlos Segrera, el Hotel Casa Granda, nos encontramos allí con arcos menores y delgadas columnas rematadas por capiteles que caracterizan el estilo hispano-árabe presente en la Glorieta de Manzanillo. Más a la derecha, en el techo, un pequeño minarete con cúpula nos recuerda el existente, también en la parte más alta, pero a la izquierda, en el Palacio del Valle de Cienfuegos.

Según datos aportados por el hijo de José Martín del Castillo, los cuales no han podido ser verificados, el delineante granadino residió en Cienfuegos después de su llegada a Cuba y participó en el proyecto del Palacio del Valle, edificación de estilo ecléctico, donde los elementos de la arquitectura hispano-árabe guardan un asombroso parecido con la Glorieta de Manzanillo.

Hemos corroborado la existencia de una casa del reparto Vista Alegre en Santiago de Cuba, cuyo portal es casi idéntico a nuestra Glorieta, con arcos menores, columnillas y capiteles del mismo tipo. Fue diseñada también por José Martín del Castillo.

El autor de la presente investigación, basándose en el año de realización del proyecto de la Glorieta de Manzanillo (1918), en la maestría demostrada por el proyectista que lo concibió y lo llevó a planos y en el profundo conocimiento que tenía de la arquitectura de los kioscos del Patio de los Leones de La Alhambra en Granada, España, para poder establecer una analogía tan precisa con la nueva obra salida de su imaginación, presupone que fue José Martín del Castillo el artista que realizó tales planos y que más tarde, a pedido del profesional que lo dirigía, el arquitecto Carlos Segrera, se los facilitó para que él participara con dichos planos en el concurso convocado por el Ayuntamiento de Manzanillo con el propósito de construir en medio del Parque de Céspedes una edificación destinada a las interpretaciones de una banda de conciertos. Solamente puede concebir el proyecto de una obra arquitectónica inspirada en otra existente, aquella persona que posea conocimientos teóricos y técnicos y que conozca perfectamente bien el modelo en que se inspira, de forma tal que pueda trabajar sin dificultades con las medidas y proporciones, así como con las distintas vistas de la edificación. Esa persona era el dibujante granadino.

1135.jpgEl prematuro fallecimiento de José Martín del Castillo, en diciembre de 1924, impidió cualquier reclamación por parte suya, motivada por la ausencia de su firma en los planos de la obra. De haber aparecido esa rúbrica hubiéramos sabido, incuestionablemente, que un hijo ilustre de Granada, artífice de la  pluma y el tiralíneas, había sido el genio que concibió y dibujó la Glorieta que es símbolo arquitectónico de una ciudad de Cuba; no obstante, el proceso investigativo desarrollado permite afirmar que José Martín del Castillo participó en la concepción y trazado de los planos de esa Glorieta que hoy engalana el Parque de Céspedes de Manzanillo para dicha de todos.

Bibliografía

1.-Salcines, Lecticio. "IN MEMORIAM José Martín del Castillo". En: Periódico La independencia, Santiago de Cuba, jueves 8 de enero de 1925, págs. 2-7.

2.-Trenzado Segrera, Dra. Manuela L.: "Despejando la incógnita". En: revista La Demajagua, Miami, agosto de 1993.

3.-Entrevista a José Martín, hijo de José Martín del Castillo, por Humberto Matos en Manzanillo, junio de 1989.

4.-Entrevista a Zoraida Rodríguez Martín, sobrina José Martín del Castillo, por Humberto Matos en Manzanillo, junio de 1989.

5.-Entrevista a Manuel Torres (Manuelico), ayudante del pintor, por Humberto Matos en Manzanillo, junio de 1989.

6.-Entrevista Severino González, constructor manzanillero, por Humberto Matos en Manzanillo, junio de 1989.

Fecha de publicación en Enciclopedia Manzanillo: 2007.