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Juan Francisco Sariol Carrión.

Autor(es):
César Martín García.

Síntesis histórica de la vida y obra de Juan Francisco Sariol.

1060.jpgJuan Francisco Sariol Carrión nació en San Luis, Santiago de Cuba, el 13 de junio de 1888. Desde joven se vinculó al oficio de los linotipos y a la tinta de imprenta, trabajando, primero, como cajero en el periódico La Defensa en Santiago de Cuba. Luego y con el paso del tiempo en otras partes en los que su paso dejó bien marcadas sus huellas. Tal es el caso de la publicación de El Pencil en 1907, que dejó ver a un hombre de ideas y progresión literaria interesante.

Por situaciones económicas padecidas se vio obligado a viajar a La Habana en busca de trabajo para la mantención personal y la de su familia; no obstante, el resultado de sus esfuerzos no fue como él lo necesitaba pues pasó mucho trabajo en la capital hasta que retornó a su ciudad natal.

En 1911 decidió residenciarse en Manzanillo, ciudad que le recibe y adopta como a uno de sus hijos.

En ese año asume bajo su responsabilidad la imprenta "El Arte", que fundó en la ciudad de Manzanillo; luego, para 1912, y gracias a su gestión vio la luz, por primera vez, la revista Orto, publicación que vivió durante 45 años desde el primer número, el 7 de enero de 1912 hasta el último de diciembre de 1957.

Fue además Sariol un importante impulsador de las artes gráficas y propulsor de la Biblioteca Martí. Creó el 27 de enero de 1926, como digno homenaje a José Martí la Nochebuena Martiana, devenida luego Cena Martianan y después Vigilia hasta nuestros días, pues cada vez cobra mayor fuerza entre todas las instituciones manzanilleras.

Sariol fue además un importantísimo mecenas de la cultura literaria y un inmenso promotor cultural de este terruño, un hombre que hizo para muchos lo que jamás hizo por sí mismo. Fue escritor y editor de libros de poesía muy interesantes como Zumo (1935) y Juguetería de Ensueño (1966) así como de obras narrativas como La muerte de Weyler y Barrabás, libros estos últimos en que Sariol enseña su compromiso social con su pueblo; pues predomina, en sentido general, en sus cuentos, la nota social, preocupación por plasmar ambientes y personajes extraídos de la realidad circundante donde los contrastes sociales eran evidentes, pues Juan Francisco poseía pleno dominio de las técnicas narrativas y suficiente pericia vital para ponerlas al servicio de su pluma de escritor. Sus escritos poseen además, adecuada factura, correcto lenguaje enriquecido de un lirismo innegable y salpicado por el necesario lenguaje popular. Sariol no fue hombre ni de tantos descansos, ni tantos sueños. El había escrito:

No ignoro que el momento no es de soñar, que la responsabilidad del escritor es aprovechar todas las ocasiones para manifestarse con el verbo inflamado por la consigna liberadora, y que el alma de Martí debe estar inquieta rondando en torno de los llamados a mantener vivo el fuego de las antorchas.

De Sariol dice Carpentier:

Hay en el mundo una raza de hombres [el propio Carpentier llamaba los “hombres de la tinta de imprenta”] hechos al ritmo de la poesía de los talleres encendidos de la noche, en que se funde apresuradamente la última plana de la edición mañanera, en el eco aún nervioso y ligero de las linotipias.

A esa raza de hombres perteneció Juan Francisco Sariol. 1061.jpg

Fue de esas figuras necesarias, trabajador infatigable y promotor excelente. A través de su labor como editor y dueño de imprenta, vieron la luz importantes textos literarios y de otros temas; además de un importante número de escritores de valía para nuestro país, tales son los casos de: Poveda, Botti, Navarro Luna, Luis Felipe Rodríguez, Alberto Aza Montero y muchos más, pues en la Revista Orto -publicación insigne de la imprenta El Arte-, devino palestra donde aparecían tanto las obras como los escritores que se leían en el país y más allá de nuestras fronteras.

Luego de una vida plena de trabajo meritorio en Manzanillo, Sariol decidió residenciarse en La Habana, donde a la edad de 80 años falleció el día 10 de agosto de 1968.

En 1935 había escrito un epitafio a fin de que se conociera después de su muerte que decía así:

Cuando yo muera, que morir tengo algún día/, no guardaré mi nombre bajo la tierra fría/ Mi nombre brillará cual no ha brillado/ en los ásperos días que he vivido/ Que así sucede, que vivimos muertos/ en el duro bregar de un idealismo;/ y al fenecer nacemos para muertos vivir en nuestras muertes/ como en vida lo hubiéramos querido.

Aspectos que engrandecen la figura de Juan Francisco Sariol Carrión.

Primero: Fundador de la Revista Orto en 1912.

Segundo: Impulsor de las artes gráficas desde su imprenta “El Arte” que puso al servicio del Grupo Literario de Manzanillo.

Tercero: Creador del empeño editorial “Biblioteca Martí”.

Cuarto: Fundador, el 4 de septiembre de 1921 junto a otros importantes escritores, del Grupo Literario de Manzanillo, cuyos aportes fueron de indiscutible importancia para la literatura cubana.

1062.jpgQuinto: Creador de la Nochebuena Martiana, digno tributo a José Martí, el 27 de enero de 1926, devenida en Cena Martiana y que hoy se ha convertido en la necesaria Vigilia Martiana con la que los manzanilleros esperan cada año el advenimiento del cumpleaños del más genial y universal de los patriotas cubanos de todo los tiempos.

Sexto: Editor y escritor de poemarios Zumo (1935) y Juguetería de Ensueño (1966); así como de los libros de cuentos: La muerte de Weyler (1931) y Barrabás (1948).

Séptimo: Que a pesar de su raza negra jamás sintió miedo al plasmar en su cuentística la situación social que padecía Cuba en aquella república de “Generales y Doctores” con el más alto de los valores. Denunció de modo concreto y abierto el régimen explotador y a la burguesía asentada en nuestro país a través de sus obras.

Acerca de sus obras narrativas.

La muerte de Weyler (1931), la integran 10 narraciones y una parte denominada retazos (con cinco en total), y Barrabás (1948), la integran ocho cuentos y 3 skeches.

Entre sus cuentos se destacan, por la profundidad de su dramatismo en el relato, la fuerza de sus personajes y por la nota social que reflejan, los siguientes:

Barrabás: Este constituye una denuncia social al régimen: Trata el cuento acerca de los niños que se ven obligados robar para comer por no tener ayuda el gobierno y algunos de ellos, como el niño del cuento "Un diablito como Barrabás", al que matan por tratar de buscar su sustento.

Es un niño negro que robó un mango a un campesino y por eso este lo golpea. Un niño querido por todos debido a las bellaquerías que hacía, pero un día robó una vela (cirio) para ponerla a un anciano amigo que agonizaba y los trabajadores de la funeraria lo atraparon, lo metieron en un sarcófago y lo ahogaron por maldad. El niño travieso, Barrabás, en un último aliento, pidió el auxilio y clamó por su madre a la que quizás jamás conoció porque lo abandonó en aquella sociedad discriminatoria, necesitada y explotada al extremo. 1063.jpg

El Grano de Oro: Además de contar esta narración con una interesante reflexión, constituye un homenaje a José Martí.

Los humildes: Cuento que trata sobre un hogar extremadamente humilde donde un niño de nueve años, se ve obligado a salir a trabajar para el sustento familiar porque su papá estaba preso. En este relato está presente el nivel de explotación y desempleo reinante en Cuba.

En resumen, todos los relatos tienen una carga dramática bastante fuerte, llenos de reflexiones y de experiencias situacionales en el orden social que son realmente tensas. Ello constituye una verdadera denuncia a aquellos regímenes imperantes en Cuba en la etapa pre-revolucionaria.

Otros cuentos son “La Infiel”, “El caso de mi amigo Anselmo”, “La Victoria de un hombre”, “El Hijo”, “El Camarada Eguilión”, “El Señorito de sangre azul”, “Un Gesto”, “La muerte de Weyler”, entre otros. Absolutamente todos los cuentos, de una manera u otra, enseñan que Sariol fue un escritor comprometido con su pluma y con su raza, y que denunció como debía hacerse a aquel régimen bastardo imperante en Cuba en años neocoloniales.

  1064.jpgDiploma acreditativo de la Medalla de Oriente, otorgada a Juan Francisco Sariol.

1061.jpg Juan Francisco Sariol y Juan Marinello.

1065.jpg  Juguetería de Ensueños, poemario de Juan Francisco Sariol.

Fecha de publicación en Enciclopedia Manzanillo: 2007.