Hace muy poco tiempo leía las «Quince razones para ser olvidado», dadas a conocer por el genio de Antón Arrufat y descubrí que algunas de ellas han influido indiscutiblemente en el olvido, justificado o no, en el que han caído y permanecen muchos de quienes dieron lustre a las letras desde este pedazo de tierra, demasiado distante de la capital para ser tenidos en cuenta.
Algunas de estas razones son:
1. Cuando se produce un cambio ideológico o una revolución en los grupos del poder.
2. Cuando su estilo o su poética ha envejecido sin remedio.
3. Cuando ningún crítico influyente se ocupa de su obra.
4. Cuando la institución literaria le retira la protección.
5. Cuando carece de promoción editorial.
Quizás algunas de estas razones que acabo de enumerar haya influido en que muy poco se conozca y valores hoy el nombre y la obra de Miguel Galliano Cancio (Sancti Spíritus, Las Villas, 29 de septiembre de 1890 – La Habana, 15 de noviembre de 1962), quien constituyó, sin dudas, un pilar en la vida cultural de Manzanillo, ciudad a la que arribó a los once años de edad y donde desde 1898 se encontraban su padre y hermanos mayores. Niño aun, quedó huérfano de padre y tuvo que abandonar los estudios y comenzar a trabajar en la rama del comercio, específicamente en la tienda "La Espirituana", para mantener a su madre y sus hermanas.
Desde muy joven demostró inmensa afición por los libros y una marcada tendencia a escribir en versos, por lo que a los veinte años de edad publicaría su primera composición poética en el número correspondiente al 16 de enero de 1910 de la revista Alma joven, y tres años más tarde la "Biblioteca Stadium", de La Habana, daría a conocer sus versos reunidos en el poemario Del rosal de mis sueños, en el que se vislumbra al poeta de tonos suaves, de versos blancos, crepusculares y musicales de entregas posteriores.
El 31 de marzo de 1913, El Fígaro, una de las publicaciones que acogió con beneplácito sus colaboraciones, escribía: "[Miguel Galliano Cancio] no ha sido de los innovadores más violentos, pero ha probado su adhesión a la nueva escuela a través de toda su obra… Galliano Cancio ocupa ya uno de los sitios más elevados, entre los nuevos portaliras cubanos. Lo fecundo de su labor, la excelencia de sus méritos, la riqueza de su rima, el vigor de su inspiración, le han ganado las simpatías y la admiración del público y de los cenáculos".
Su segundo poemario Ruiseñores del alma (Biblioteca Martí, Manzanillo, 1918), elevaría su personalidad considerablemente y es que pocos poetas cantaron los dolores de la patria en aquella época de dilapidación, de decaimiento de los valores morales y de escasez de patriotismo, como Galliano Cancio, y más pocos aun los que como él han dicho en su poesía "Ave-Cuba: Que Dios te salve, Patria, de extranjeras amarras y tus siervos marchemos fraternalmente unidos, que cruza el horizonte –con sus potentes garras– un águila avizora: los Estados Unidos". Versos que alcanzan notoria actualidad.
De otros posibles libros conocemos que había preparado una selección de poemas infantiles, de la cual se publicó una muestra en el número de la revista Orto correspondiente a junio de 1942, y también de un tercer poemario titulado Surtidores ocultos. Además de sus colaboraciones en El Fígaro, aparecerían otras en Cuba y América y Revista Avance.
Fue Galliano Cancio un privilegiado al lograr que algunas de sus composiciones fueran incluidas en varias antologías o selecciones, tal es el caso del poema "Los reyes magos" incluido en el Libro Tercero de Lectura, por el Dr. Arturo Montori, profesor de gramática y literatura en la Escuela Normal para Maestros de La Habana. También sus poemas "Nada como consuelo" y "La casita", fueron traducidos al inglés por Roderick Gill para la Antología de Poetas Españoles, editada en Estados Unidos por The Hispanic Society of América, además de ser incluido en la selección Parnaso Antillano, editada por la Casa Editora Maucá, de Barcelona.
Miembro fundador de la revista Orto, publicación en la que ocupó el cargo de Jefe de Redacción y en la que con frecuencia aparecieron sus poemas (hasta donde hemos podido investigar en 117 de los números), fue también activo representante del Grupo Literario de Manzanillo y ferviente admirador de la obra martiana. En 1919 sería declarado por acuerdo de los Concejales del Ayuntamiento de Manzanillo, Hijo Adoptivo de esta ciudad, y en 1927, presidente de la Institución Hispano-Cubana de Manzanillo. Además fue miembro correspondiente de la Academia Nacional de Artes y Letras.
La realidad es que a pesar de los defectos que algunos señalan a su obra: el uso constante de pareados y la predilección por un metro muy cultivado por los modernistas, los tercetos monorrítmicos, su poesía tiene mucho de novedad y sui géneris en la época crucial en la que fueron escritos. Galliano Cancio fue alabado en su época por estudiosos como Rafael G. Argilagos, Braulio Cañete Vivó, Alfonso Hernández Catá, María Laffita, José E. Soler, Juan José Vázquez y José Rodríguez García; y si no alcanzó un estilo depurado fue porque su mayor interés residía en comunicarse directamente con el lector.
Miguel Galliano Cancio ocupa, sin dudas, un alto puesto en la lírica cubana, al lado de Bonifacio Byrne, Guillermo de Montagú y Vivero, José Manuel Carbonell y Rivero, Gustavo Sánchez Galarraga y Agustín Acosta, por lo que estamos obligados a rescatar del olvido su personalidad y su obra hasta situarles en el lugar que merecen dentro del panorama literario cubano.
POEMAS PARA NIÑOS
Patria La casa abuela
Patria: la escuela La casa abuela:
donde aprendemos… el alma
se filtra
Patria: la tierra por sus rincones
que trabajamos…
Nos sentimos
Patria: el hogar de rodillas
que ennoblecemos… al amor de cariño…
Patria: el recuerdo Los padres,
que veneramos… los hermanos,
el alero sombroso
Patria: el pasado que amparaba
de sacrificios… la alegría de los juegos…
Patria: el futuro Han transcurrido
de amor y gloria… los años;
qué fuertes brazos tiene
Patria: bandera que todavía nos estrecha
de corazones… la casa abuela!...
POEMAS PARA ADULTOS
El anciano
Breve se extiende su cabello cano
por la espaciosa frente de Profeta,
y luce entre sus labios la discreta
sonrisa misteriosa del anciano.
De bronce fue para el linaje humano
el brazo poderoso del atleta,
y en la adorada juventud –Poeta-
tiernas caricias prodigó su mano.
Sobre su cara con piedad desata
la luenga barba su raudal de plata
que altivo cuida con gentil esmero;
y ante el recuerdo que en su pecho anida,
siente en el alma palpitar con vida
la dulce imagen de su amor primero.
La bandera
Bordan los dedos ágiles de la novia adorada
la tricolor bandera. Con unción delicada
besan la blanca estrella sus labios hechiceros
y se nublan de lágrimas los divinos luceros
de sus ojos amantes… En el hogar en calma,
late un hondo gemido. Íntima voz del alma,
gime, reza: - Alba, ensueño, patria , paz, luz… Bandera! –
Flota sobre las cumbres, adorable quimera…
Amortaja los mártires… - Oración y consuelo –
como un ala divina resplandece en el cielo!...
Creado: Miércoles 20 de Enero de 2016
Modificado: Jueves 21 de Enero de 2016