Poema de Ángel Larramendi Mecías dedicado a la ciudad de Manzanillo y fechado en octubre de 1992.
No soy una ciudad muerta 
Sencilla como árbol 
dócil cuan paloma 
ahogo mis ojos en recuerdos 
Mis culpas son ángeles extraviados 
Mis miedos     la luz que sostiene los muros 
que en tiempos lejanos refulgían 
abiertos en agua de música 
Ridícula y hermosa me fui extendiendo día a día 
llenando los espacios más tibios 
con rostros y canciones 
Como toda ciudad he tenido mis miserias 
mis rincones oscuros 
Tiempo hubo en que una luz de espinas 
hincaba mis costados 
entonces respiraba ansiosa 
en el sopor de los traspatios 
ambicionando aquella inmensidad desconocida 
hasta comprender que podía ser feliz 
Aun escucho tras las puertas 
el grito de mis hijos 
convocando a los puros a la guerra 
aun resuena en mis oídos el verso de Navarro 
la canción de Puebla abriendo para siempre 
mi pecho en el tiempo 
Cierto es que no me parezco a Estocolmo ni a París 
pero como ellas busqué el amor total en el amor 
¿Qué no sería posible entonces entre mis brazos? 
 
Soy una ciudad signada por la lluvia 
Una ciudad que se resiste a la definición y al poema 
Hecha de tambor y liquen     
de campana y grito 
he arrancado mis lúgubres máscaras  
he roto burlas y conjuros  
he pedido al viajero desate los vientos 
para sentir mi rostro salpicado de salitre y espuma 
como el de los amantes que vienen a mi orilla 
en busca del amanecer 
para besase en los espejos 
No hay ritos que puedan adormecer mi alegría 
He comprendido el valor de los signos 
la plenitud del diálogo 
al primer contacto con la luz 
He proclamado los vastos mensajes del futuro 
Mi silueta resistió la ruina de las despedidas 
y ofrezco a todos mi lejana e inocente sinfonía 
condenada a la lenta prisa del tiempo 
Fiel a los tropiezos de mi sombra 
multiplicada por el crepúsculo 
a la hora en que el sol se eleva como salmo 
para evitar el derrumbe 
soy la verdad que redunda 
la que teje su historia 
Soy camino que se inicia en tus ojos  
y ajena a toda vanidad 
te ofrezco mi pecho y mi alegría  
 
Ángel Larramendi Mecías 
Octubre / 1992
Creado: Miércoles 08 de Julio de 2015


