Breve elegía a Manuel Navarro Luna y poema dedicado a Miguel García Pavón.

Manuel Navarro Luna, entre el grupo, es el poeta de más oro en la mente y el corazón, y donde el patriotismo se ha mantenido en la más ardiente exaltación. Ha publicado varios libros en prosa y verso. Si no fuera porque la exageración no va pareja con nuestros sentimientos y nuestra mentalidad, diríase que es el Maestro de la prosa y el verso, y además, dicho en sincera y real justicia, elocuente orador. Su canto "A Masó", "A Maceo" y otras elegías más, como "el Padre Nuestro", son creaciones acabadas. De Manuel Navarro Luna, precisión y hondo acabado juicio ha dicho José María Chacón, uno de los intelectuales y crítico más erguido del país y del idioma español, como ahora se dice, todo lo excelso de Manuel Navarro Luna. Manuel Navarro Luna, a pesar de lo recio de su mentalidad es a veces suave y emotivo, como lo demuestra en esta vibrante poesía que insertamos, al recordar él a Don Miguel García Pavón, el que fue venerable maestro y gran patriota.

A Don Miguel García Pavón

Yo miro en la lejanía
de mi oscura infancia real,
una pequeña alegría,
mi escuela municipal.

Don Miguel García Pavón,
viejecito y blanca en canas,
era, todas las mañanas,
una perfecta lección.

Solía quedarse dormido
a la hora del recreo.
Aún me parece que veo
al viejecito querido.

Del honor se hizo en la fragua
y, joven, fue centinela
en la heorica Demajagua,
como, ya viejo, en la escuela.

Jamás dejó su  bandera
guerrera, de batallar;
porque es enseñar guerrear
de diferente manera.

Aprendamos con cuidado
la lección del centinela.
Fue de la guerra soldado,
y soldado de la escuela.

La mejor flor de mi estro
la ofrendó mi devoción
al soldado y al maestro
Don Miguel García Pavón.

Fuente: AHMM. Colección Archivo Vertical, Legajo C3, Expediente 26, Folio 1, Materia: Mzllo/Cultura, Título: "Antología de poetas manzanilleros"