Zatopeck [sic] abrazó al corredor manzanillero e hizo grandes elogios de su ligereza y resistencia así como le pronosticó un buen futuro si era bien dirigido en sus próximos entrenamientos. El numeroso público que se congregó en el parque también ovacionó al corredor de La Demajagua.
Fuente: Orientación, Año 27, Nº 229, Manzanillo, Lunes, 06/11/1961, p. 1.