Sobre visita realizada en 1988 por personal del Ministerio de Cultura y resultado de evaluaciones a los aficionados.
MANZANILLO.—  Una felicitación al colectivo de la Casa de la Cultura de esta ciudad, y  especialmente a su directora Amanda Enamorado, por el trabajo en  ascenso de esa institución, transmitió la visita de la Dirección  nacional del Ministerio de Cultura realizada a este municipio.
Los  compañeros, metodólogos y funcionarios del ministerio del ramo,  visitaron, ademas, la Casa de la Cultura de Troya y observaron una  actuación del grupo de música Guasimal, integrado durante más de cien  años por un colectivo familiar residente en el lugar del municipio del  cual tomó el nombre la agrupación.
En la Caso de la Cultura de  Manzanillo, luego de observar actuaciones de aficionados en distintos  géneros artísticos dejaron algunas recomendaciones necesarias para  elevar aún más el trabajo en general de la institución y constataron,  por ejemplo, que en teatro y danza allí no están al mismo nivel que en  la manifestación de música.
Otorgaron en ese lugar categoría de  A, a los siguientes grupos y artistas aficionados: en teatro a los  declamadores Nordis Rodríguez, de la Facultad de Ciencias Médicas  Granma, y Luis Enrique Palacio de la Casa de la Trova. Música: Alberto  Pollán, Elena Carbonell, René Guerra, trío La Rosa, dúo Los Angeles,  grupo Renaciente, colectivo de guitarras, Nelson Rodríguez y al grupo  Yabasón, este último del municipio Pilón.
La categoria B la  recibieron Roxana Rodríguez, el cuarteto Astral, Raúl Llanes, Asel  Milanés, Andrés Aranda, la melcocha Guacanayabo y la agrupación de los  hermanos Rosales.
Las características del trabajo cultural de  Troya, batey del complejo agroindustrial La Demajagua, fueron también  conocidas, principalmente el funcionamiento de la casa cultural de esa  localidad, donde palparon que allí es imprescindible una mayor atención  en cuanto al suministro de instrumentos y satisfacer otras necesidades  materiales.
De un típico guateque disfrutaron los visitantes en  Guasimal, pues al tiempo que el grupo interpretaba números musicales, en  el cunyayo (especie de primitivo trapiche), se molía la caña y extrajo  el guarapo con el cual se endulzó el café, colado también en esos  instantes. Al Guasimal se unió la melcocha Guacanayabo y la fiesta  entonces fue más bonita.
Fuente: La Demajagua, periódico, 30 de octubre de 1988, p. 2.
Creado: Lunes 23 de Febrero de 2015


